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jueves, 14 de junio de 2012

Ah, justicia divina

Ah, justicia Divina

Tengo un problema,
bueh, decir un problema
es minimizar la cosa.
Pero al que me refiero en particular es
a la justicia.

Cuantas miradas diferentes
hay con respecto a la justicia.
Lo que es justo.
Lo que es injusto.
Si uno lo merece.
Si uno no lo merece.
Pero la injusticia unilateral,
me mata!

Errores cometemos todos,
algunos más jodidos,
algunos más suaves,
pero son errores al fin y,
ya no importa la índole.
Pero buscamos en el otro
el perdón, la absolución?
Por qué?

Hay una palabra que
solía no gustarme nada,
*cargo*, hacerse cargo.
Cuando uno de verdad se hace cargo
de ciertas cosas, es como el tan
sobrevaluado darse cuenta.
Hacerse cargo, son las palabras modernas
de MEA Culpa, o asumo tener la responsabilidad
de algo que hice o dije.

Ahora, eso no basta.
Estoy hablando en el plano
únicamente emocional.
Hay justicieros que quieren
mas justicia aun,
como si fuera él y la otra persona,
los únicos pobladores de este planeta
y además que corra sangre,
porque al parecer no tienen memoria propia,
pero si y si, ajena.

Se piensan que haciendo
mas *justicia* repetitiva,
es hacer justicia,
cuando lo que no hacen de verdad,
es aliviar, aliviar…
La calesita, el tiovivo, la noria,
esa sensación de que pasas y pasas siempre por
mismísimo lugar, el dolor.

El dolor se trabaja, se digiere, te envenena
un poco o mucho,
pero tarde o temprano te Vivifica.
No creo en los 100 años de felicidad,
ni en los 100 años de infelicidad.
Paremos muchachos,
la vida es una y solo una.
Me encanta Budha pero
no creo que vaya a reencarnar.

Sí, exalto ésta única vida que al menos
a mi me tocó.
Les confieso, no le vengo dando en
el clavo.
Quizás, y solo quizás no darle en el clavo
sea madurar y entender que,
que lindo, lindo, es el mar, el campo y las montañas
pero la vida,
está llena de cosas azarosas para uno.
En ese andar uno elige crecer o morirse.

Yo quiero crecer, no sé bien cómo aun,
pero me vuelco mas para ese lado.
Y si no sos merecedor de un *comprendo*,
de una revisada de por qué uno está donde está,
de no entender por qué las cosas suceden,
y que no suceden porque sí,
porque además no creo en el destino,
entonces, amigos,
es la hora de soltar.

Soy agarrera, me prendo y me creo
que es hasta el final.
Y es que si, eso creía.
Pero la existencia tiene muchos finales
y muchos comienzos.
No es fácil,
No.

Te voy presentando mis credenciales,
como dice Drexler, para pensar,
pensar una vez en qué es verdaderamente
lo que quiero.
El sentido.
Mi sentido en la vida.

Perdón al que leyó este conjunto de incoherencias.
Hoy no me sale escribir de la madre luna y del Sol
que todo lo puede.

Maria Constanza Cantua