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sábado, 14 de enero de 2012

Rosilla

Rosillla                                            14 de enero de 2012

Vieja y querida,
amor de mi niñez,
tan atada y sometida,
tan olvidada de su altivez.

Rosilla mia, la de mis anhelos,
ese pelaje tan particular,
te dije: “Rosa” un día sin recelos,
para qué? me dije después, si eras singular.

Ese día que llegaste a casa,
veinte largos y duros años cargabas
Yo no lo sabía, y eso pasa,
para tus pagos siempre, siempre mirabas.

Atracó el día de ollares henchidos,
a tu pradera volverías,
la tranquera mágicamente quedó abierta,
regresabas, ya regresabas,
gritaban tus relinchos.

Lloré por la pérdida de mi Rosa,
me alegré por su amada querencia,
te fuiste mi potra, que cosa…,
a tu linaje, sola, sin rumbo de experiencia.

Rosilla, La Rosa,
volvió a su pago.
Cuando yo pasaba,
la buscaba y la buscaba
y allá a lo lejos la encontraba
mansa,
tranquila, pastar con la caballada.

Levantaba su cabeza fina,
oteaba a lo lejos,
mi Rosa,
la Rosilla de otra querencia.

Quisiera creer que me miraba,
Quisiera creer que me quería,
yo pensaba: “tranquila,
yo te quiero,
me alcanza y además,
estás en tu casa”

María Constanza Cantúa ®



Garth Brooks, Ride good cowboy

Zoologico


Zoológico                       14 de enero de 2012


Atrapados y sin salida,
apresados los humanos-animales,
en este zoológico global están.

Dos o tres titiriteros
manejan los hilos
invisibles de este
planeta cenagoso.

Yendo de aquí para allá,
sin saber donde es aquí,
sin saber donde es allá.
Carrera de cien metros llanos,
diez segundos locos,
a donde vamos?

Nos tironea
el titiritero terrenal
en esta fauna traslucida,
descolorida,
casi fantasmal,
se repliegan nuestras almas
en esta mazmorra infernal.

Si el paraíso y el averno
se juntaran…
Si algo de brisa fresca
nos tocara…,
si la luz fuese poderosa,
aguerrida y decidida,
cortaríamos los hilos
dejando nuestras almas vagabundas,
iluminando el inframundo.

El sonido de cerrojo
de un monje chalado
resuena con eco de caverna
en la matriz.
A lo lejos tabica la compuerta.

Si Uno solo rompiera el candado,
libre el zoológico,
libre de pautas,
libre de mandatos,
libre de basura mental.
El cerrojo está
y cuanto tiempo mas estará?
Cuanto?
No lo sé.

Nosotros, los animales,
bellos y plenos,
de pelaje armado
de carabinas con flor,
con ojos glaucos poderosos,
ven más allá de los barrotes.
Y sólo, sólo se oye,
el rugido-grito,
el unido y feroz,
el atávico y ancestral,
de este zoológico mamarracho,
una y solo Una palabra:
Libertad”

María Constanza Cantúa ®



Jimmy Cliff, *I can see clearly now*

Barrilete

Barrilete           14 de enero de 2012

En cielo inmenso
destellan cometas
de siete colores.
En la bóveda profunda,
planea en vuelo sereno
la alegría suelta de niños.
Desde el vórtice,
miles de cordeles
unen un punto venidero.
Incontables papeles aéreos
bailan con Eolo
La coreografía pigmentada,
risas en la tierra,
pies descalzos en la grama,
ojos hacia arriba,
corazoncitos galopando,
sosteniendo un pedacito
de cada botija allá,
allá en lo alto.
Son ellos, ellos los que flotan.
Son ellos, ellos los que dibujan.
Manitas tensas de tensura de cordel,                                                      
sol en la cara,
ciegos de tanta luz y color.
Un vuelo en formación
de niños-barriletes
viven la acrobacia propia
de la inocencia.
Diamantes policromos
en gemas de algarabía.

Cae la tarde.
Queda uno.
Lentamente resbala
y descansa su descanso brioso.
Ya no hay más niños,
ya no hay más barriletes.
Quizás, buenos días por la mañana
al despuntar el alba,
los cometas somnolientos volverán.
Un barrilete y un ángel,
el ángel-niño
el barrilete-gema.
Risas viajeras del ayer tañen.
Cometa loco y descarriado,
miel de la niñez,
almíbar de mi recuerdo,
mirra de volantines en la retina.

María Constanza Cantúa ®


Bersuit Vergarabat, Barriletes