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lunes, 21 de noviembre de 2011

Calderin Bonaerense

Calderin Bonaerense, de Connie

de Maria Constanza Cantua, el Lunes, 21 de noviembre de 2011, 1:01
Calderin Bonaerense

Bordes, perímetros,
irregulares, regulares,
cemento , vidrio, madera,
copas de árboles sincopados
en terrible desarmonía
con melodía suave en extraña armonía.
Bruma sobre los perímetros,
bruma sobre la humanidad.
De las siluetas en el horizonte
escapan emasculadas, miles,
millones de suspiros,
pulmones-fuelle a todo vapor,
tristezas, alegrías,
muertes, nacimientos,
Orgasmos, la petit mort refractaria.
Todo eso proviene del mismo nudo
del mismo paraíso-infierno.
Mis retinas se mueven solas,
sin uso de nervio óptico,
el río las lleva de aquí para allá
y me muestra esto, de aquí para allá.
Mi esencia está serena,
lo que siente.
tiene formato de clan urbano en llamas.
Aunque observo desde lejos,
en un rato formo parte,
formo parte en hilera.
Me lo cuenta el Fortune Teller-adivinador
Buenos Aires
Mi amor
Mi cuna
Mi inframundo
Mi fragmentación, si.
Desde el Río, reportándose
Constanza de lo que siente y ve.
Hoy, Ahora, en un minuto mutará.
Buenos Aires querido,
Buenos Aires lejano,
Exhalando almas al cielo.
Hay un calderin allá arriba
y me temo que las seguirá lanzando
a la olla por un tiempo más.

María Constanza Cantúa ®




petit mort

LAGRIMAS DE VELA, de Connie.

de Maria Constanza Cantua, el Lunes, 21 de noviembre de 2011, 0:31
Lagrimas de Vela

Un velamen henchido
DE vientos del Río de la Plata.
le insuflan vida a la brasa-vela
calentándola aun más,
generando velocidad.
Navega hacia el horizonte,
sin necesidad de rumbo,
sin necesidad de destino,
solo deslizarse sobre la superficie irregular
de puntas de aguas leoninas.
Allá va ese conjunto de alas
con viento ardiente entre ellas,
con beneplácito de Eolo.
Allá va mi alma,
atada al velamen,
mi cabeza en el extremo del mástil.
Lagrimas de velocidad,
limpian mi lacrimal,
dejan estela curada
no cejan en la cruzada,
dejan su huella en el río,
Dejo algo de mí.
Hoy solo siente
la brasa en el empuje,
la fuerza del viento,
la meditación del horizonte.
sin necesidad de rumbo,
sin necesidad de destino.
Cruzar el Aqueronte.

María Constanza Cantúa ®

foto de mccantua




Elefantes

Elefantes, de Connie

de Maria Constanza Cantua, el Lunes, 21 de noviembre de 2011, 0:15
Elefantes

*…cuando no hay en la tierra una sola cosa
que el olvido no borre o que la memoria no altere y
cuando nadie sabe en que imágenes la traducirá
el porvenir…*

Este pedacito de frase mágica
no es mío
y aclararlo es casi una obviedad
pero bien vale,
es de J.L.Borges
Puedo dispararme
para cualquier lugar.
Quién quiere olvidar
lo bello, lo feo,
lo despreciable, lo noble?
Creo que no debiéramos repasar
el pasado.
Mirar, flotar y con
un larga vista,
ver pasar la hilera de elefantes
que forman parte de nuestro pensamiento.
Un Sahara poderoso y ardiente,
sostiene patas masivas de pensamiento,
y nosotros,…allá arriba,
viendo línea de puntos,
viendo elefantes.
Gracioso, dicen que es
el animal con más memoria,
para que la tendrán?
Saben donde ir a morir,
saben el lugar de sus ancestros,
saben el camino de la supervivencia.
Memoria paquidérmica selectiva,
inteligente, sin rencores,
el recuerdo los vivifica,
El Ahora inefable-afable-omnipresente,
enseña, mira sin juzgar
como los elefantes.
Ya llegan, ya llegan desde el Pacifico,
vienen hacia el Atlántico.
Ya arriban los elefantes
dispuestos a flotar.
Vieron un elefante nadar?
Mastodontes cargados de memoria,
útil, discernida, volando por el océano
como criaturas etéreas y aladas, transitan…
transitan.
Así de fácil es transitar.
*no saber en que imágenes traducirá el porvenir*
Gracias J.L.Borges

María Constanza Cantúa ®