FOSIL
.de Maria Constanza Cantua, el Viernes, 14 de enero de 2011 a las 12 hs
Fósil
FOSIL
En una playa lejana del tiempo,
del mundo de este mundo,
hace miles de años,
flotaban miles de precámbricos,
gigantes,
diminutos.
Esos gigantes se alimentaban de gigante o diminuta flora.
Flora que queda.
Flora que no queda.
Flora que persiste.
Flora que deja de ser flora en flor.
Flora atrapada,
apretada,
acorralada en el preciso momento de su máxima eclosión.
Vida estática.
Vida frenada, mas es vida aun.
La chiquitita planta atrapada en una piedra calcárea.
Color intacto casi con ígnea comparecencia.
Una pequeña piedra calcárea y esta minúscula planta aun latente en su eterna dimensión.
Tal cual en su punto más fino de esplendor,
allá, hace milenios,
en los comienzos, en el preciso comienzo.
La admiro casi como un objeto preciado y precioso.
No, no es casi, es algo preciado y precioso.
Una joya de la antigüedad, una huella de lo atávico.
Sobreviviendo los pasos de los tiempos.
Sobreviviendo los avatares de los tiempos
Presente, pasado y futuro se enmarañan en un sola hora, en una sola presencia.
Presencia incrustada tridimensional.
Quisiera ser plantita milenaria.
Quisiera haber sido testigo de movimientos telúricos y embates marinos.
Sólo ella lo fue.
Yo la tomé de la arena.
Tembló en mi mano al tomarla,
sacudió todos los movimientos iniciáticos.
Sabia esa plantita su destino.
Algunas eligieron destino corto,
panzas de gigantes,
ser abono de las siguientes.
Las mas vanidosas guardaron refugio, mantuvieron la juventud.
Tengo una de ellas en mi poder.
La poseo o ella me posee a mí...
Me inclino por lo último.
Ella sabe de largas datas.
Yo soy una mota de cronos en su existencia.
Quizás me eligió.
Quizás nos elegimos juntas este tramo de tiempo.
Mi tiempo corto.
Su tiempo eterno.
.de Maria Constanza Cantua, el Viernes, 14 de enero de 2011 a las 12 hs
Fósil
FOSIL
En una playa lejana del tiempo,
del mundo de este mundo,
hace miles de años,
flotaban miles de precámbricos,
gigantes,
diminutos.
Esos gigantes se alimentaban de gigante o diminuta flora.
Flora que queda.
Flora que no queda.
Flora que persiste.
Flora que deja de ser flora en flor.
Flora atrapada,
apretada,
acorralada en el preciso momento de su máxima eclosión.
Vida estática.
Vida frenada, mas es vida aun.
La chiquitita planta atrapada en una piedra calcárea.
Color intacto casi con ígnea comparecencia.
Una pequeña piedra calcárea y esta minúscula planta aun latente en su eterna dimensión.
Tal cual en su punto más fino de esplendor,
allá, hace milenios,
en los comienzos, en el preciso comienzo.
La admiro casi como un objeto preciado y precioso.
No, no es casi, es algo preciado y precioso.
Una joya de la antigüedad, una huella de lo atávico.
Sobreviviendo los pasos de los tiempos.
Sobreviviendo los avatares de los tiempos
Presente, pasado y futuro se enmarañan en un sola hora, en una sola presencia.
Presencia incrustada tridimensional.
Quisiera ser plantita milenaria.
Quisiera haber sido testigo de movimientos telúricos y embates marinos.
Sólo ella lo fue.
Yo la tomé de la arena.
Tembló en mi mano al tomarla,
sacudió todos los movimientos iniciáticos.
Sabia esa plantita su destino.
Algunas eligieron destino corto,
panzas de gigantes,
ser abono de las siguientes.
Las mas vanidosas guardaron refugio, mantuvieron la juventud.
Tengo una de ellas en mi poder.
La poseo o ella me posee a mí...
Me inclino por lo último.
Ella sabe de largas datas.
Yo soy una mota de cronos en su existencia.
Quizás me eligió.
Quizás nos elegimos juntas este tramo de tiempo.
Mi tiempo corto.
Su tiempo eterno.
María Constanza Cantúa ®
Anthropology de Charlie Parker
