Jardín de Buenos Aires
.de Maria Constanza Cantua, el El Domingo, 17 de octubre de 2010 a las 23:31.Jardín de Buenos Aires.
Jardín de Buenos Aires
Devoto queda en “capital”, jerga que no conocía hasta venir a vivir acá, decir en “capital”.
Barrio desconocido para mi hasta que me mudé a Buenos Aires hace casi tres años.
Devoto es especial.
La gente de aquí es especial.
No se va de Devoto, se queda aquí.
No se va, a lo sumo, y en caso extremo cambian de casa.
Aman sus casas.
Devoto es el Jardín de Buenos Aires, al menos así lo llaman, y tienen razón.
No sólo es jardín por la plaza frondosa de 200 metros por 200 metros situada en el corazón del barrio y por todas sus calles tupidamente arboladas, también es el Jardín de Buenos Aires, justamente por los jardines de cada una de las casas.
Las casas en Buenos Aires o tienen poco retiro o no tienen, a diferencia de Montevideo, que a mi entender es característica, salvo en algunas zonas Montevideanas, donde las mismas no tienen ese aire delante de ellas, están directamente bordeando las veredas.
Pero ese pedazo pequeño de frente, por más minima o gigante que sea la casa, está ricamente plantado con arbustos, enredaderas, Santa ritas, Damas de la Noche, palmeras y todos los tipos de flores que se les pueda ocurrir.
Hacen de este pedazo de la capital, de este cemento algo tan verde y florido que provoca inspiración caminar por sus calles.
Calles que algunas son muy transitadas, y otras muy mansas, y muchas de ellas, con ese empedrado que me fascina.
Devoto esta rodeado de pasos a nivel de trenes y diagonales.
Imagínenme tratando de entender el bullicio que resopla un tren, y lo que significa una diagonal para una desorientada como yo?
El bullicio y el tren después de un tiempo pasa desapercibido, te acostumbras a esperar con la barrera baja y hasta es romántico el pasaje del tren a toda velocidad cargado de gente…a la noche lo es más.
Ahora, las diagonales son otro cantar.
Me pierdo, me pierdo a la vuelta de mi casa, cada vez menos…pero aun me pierdo.
No solo me pierdo yo, algunos de los devotenses también se pierden.
Menos mal.
Eso, que algunas de las manzanas no sean cuadradas por las diagonales, lo hace atractivo y siempre nuevo…siempre llego a un lugar donde no quería llegar, a un lugar que nunca había estado…por lo tanto es un eterno conocer de Devoto,…me parece.
Todo me parece,…me parece que por tal calle no había pasado, y mis hijos me dicen: “Mamá, pasamos todos los días por acá”, juro…juro que para mi era una calle nueva. Y seguro, para alguien que no presta mucha atención, casi siempre es todo nuevo. Ventaja que tenemos los despistados, y debo agregar también, desmemoriados, ver cosas nuevas todos los días.
Me gusta Devoto.
Solo una cosa le podría faltar a Villa Devoto,…río, mar.
Como dijo un amigo:”…Ah, pero eso es una constante en la capital!”
Vivo en la “capital”, vivo en un barrio de “la capital”, no tiene río, por lo tanto sin horizonte.
Pero voy aprendiendo de nuevos horizontes…mi capacidad de adaptación me dice que debo aprender de nuevos horizontes.
No solo el río es el horizonte.
Tengo a mi horizonte en Devoto.
De tanto en tanto desaparece.
Cuando aparece ya no me pierdo…lo veo, y cada vez con mas claridad.
Pasará el tiempo y se hará constante, finito y con luz en el fondo.
Esa luz, ya no me hará perder.
No tiene horizonte físico, si es que así se le puede llamar al horizonte, pero es el Jardín mas precioso y preciado.
Un tesoro, en “la capital”.
............................................................................
.
